¡Basta ya de engaños!

El domingo, al escuchar al Presidente, me pareció por momentos no saber en qué país vivía, y creo que la mayoría de panameños se sintieron igual. Parece que todos vivimos en un país perfecto. ¡Hey! Las cosas no son como nos la quieren pintar. ¡Basta ya de engaños!

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